El Yoga cambió mi vida

Gracias al yoga fui consciente del estrés que he cargado por años.

El comenzar a practicar yoga y meditación hizo evidente lo desconectada que estaba de mí. Me di cuenta de que no estaba presente, de que la mayor parte de mi tiempo lo ocupaba rumiando en el pasado o preocupándome por el futuro.

El yoga ha sido el motor que me permite seguir adelante. Me ayuda a darme cuenta de todas las cosas buenas que tengo en la vida y me hace sentir agradecida y plena, además de que me brinda herramientas para lidiar de mejor manera con el estrés.

No me di cuenta del nivel de estrés que manejaba hasta que descubrí el yoga y la meditación.

Lo primero que aprendí en yoga fue que tenía que reaprender a respirar.

Respirar profundo para poder ubicarme y habitar en el presente. Respirar profundo para crear espacios y soltar. Respirar profundo para regalarme presencia. Respirar profundo para reclamar espacio y habitarme. Respirar profundo para simplemente Ser.

En tu respiración está tu libertad del pasado y el futuro y tu capacidad de estar aquí, ahora”. Ari Zandieh

A los veintinueve años tuve una crisis muy importante. No sabía qué hacer con mi vida. Decidí entonces renunciar a mi trabajo, soltar todo lo que había logrado y tomé la mejor decisión de mi vida: irme a India.

El mejor viaje de mi vida, el inicio del camino hacia mi interior, hacia mi sanación… hacia la búsqueda de paz. 

Viví ahí seis meses, en los que me dediqué a estudiar yoga y meditación, obteniendo mi certificación en el año 2008. 

Pretendo honrar todos los días las enseñanzas de mis maestros, tratando de encontrar la sabiduría para poder trasmitírselas a mis alumnos y así, al igual que ellos hicieron conmigo, poder ayudar a alguien a encontrar su propio camino y que aprenda que los esfuerzos que haya que hacer para vivir una vida feliz y en paz valen la pena.

Tu viaje exterior puede contener un millón de pasos; tu viaje  interior tiene uno solo: el paso que estás tomando en este momento”. Eckhart Tolle

¿Cómo es trabajar conmigo?

“Uno no se adapta al yoga, el yoga se adapta a uno”. Trabajamos usando props, o apoyos, que permiten que cada quien, desde la historia de su propio cuerpo, pueda realizar las posturas sin riesgo alguno y sin dejar de recibir los beneficios que cada asana trae consigo.

Si el cuerpo está disfrutando de la práctica, la mente también, y es justo en este punto en el que la magia sucede, en donde surge el poderoso silencio y comienza la transformación consciente.